¿Cómo se hace un análisis bursátil?

A la hora de realizar un análisis bursátil y develar la rentabilidad potencial de una empresa en el corto, mediano y largo plazo, es importante enfocar dicho análisis de dos maneras: el Análisis Técnico y el Análisis Fundamental. Aquí se analizan cada uno.

Cuando se trata de atacar los cuadros de resultados y cotizaciones de la empresa, se recurre al análisis técnico. Como su nombre lo indica, es un análisis más "duro", enfocándose técnicamente en el desarrollo de los cuadros y el uso de indicadores.

Los analistas de bolsa realizan este tipo de "análisis chartista" o análisis de cuadros, para determinar las posibilidades de que una acción suba o baje en determinado período de tiempo.

Lo que busca este análisis es poder determinar soportes, resistencias, máximos y mínimos, tendencias de cotizaciones, y llegar a determinar el estado de las acciones de una u otra empresa en determinado punto en el futuro, basándose en el análisis de los cuadros hasta el día de hoy.

Este tipo de análisis es el complemento del análisis técnico. Los analistas bursátiles y corredores de bolsa llevan adelante ambos análisis para determinar las cotizaciones bursátiles futuras.

En este tipo de análisis, lo que buscan los interesados es develar el estado financiero de la economía en cualquier punto dado de su historia.

Este es un análisis más "blando" o un análisis financiero que busca determinar por qué la acción se mueve como se mueve, analizando variables macroeconómicas, sociales, políticas, monetarias, etc.

Lo que busca el análisis fundamental es llegar a los estados de cuenta de la empresa, sus últimos dividendos, el desempeño de su productividad, los balances y ganancias que ha realizado en los últimos años, etc.

Este tipo de estudios buscan fundamentar el desarrollo de las acciones en el paso del tiempo, y se complementa con el análisis técnico que se basa en indicadores, valores y resistencias para determinar el devenir de una acción.

Si ambos análisis se consultan y se llevan adelante, las probabilidades de realizar una operación acertada o tomar una decisión correcta se incrementan en porcentaje, ya que se obtienen una gran cantidad de datos para predecir el valor futuro de una acción.